¿Cómo Funciona una Transmisión Manual?

Si eres de los pocos conductores que hoy en día tienen una transmisión manual en sus autos, es muy probable que tengas muchas preguntas como:

  • ¿Por qué mi auto tiene una transmisión?
  • ¿Qué relación tiene el movimiento de “H” de la palanca con la caja de velocidades?

¿Cómo se le da mantenimiento a una transmisión?

En este espacio responderemos estas preguntas y muchas más.

Los automóviles necesitan transmisiones debido a la física de los motores de combustión interna, ya sean de gasolina o diésel. Primero que nada todos los motores tienen un límite de revoluciones de su cigüeñal, de las cuales no se pueden pasar y las revoluciones alcanzan su máximo potencial en un lapso muy breve.

Es por ello que las distintas combinaciones de engranes de las transmisiones permite que en cada una de ellas se pueda alcanzar el rango óptimo de la potencia y el torque del motor. De no contar con una caja de velocidades, solamente sería lo más eficiente posible una vez durante la aceleración.

¿Cómo funciona una transmisión manual?

Para entender la idea básica que hay detrás del funcionamiento de una transmisión manual, el siguiente diagrama simplifica una caja de dos velocidades:

  • El eje y el engrane verde provienen del motor con el clutch como intermedio. Cuando presionas el pedal del clutch, desconectas este engrane del movimiento del motor, por lo que no se mueve el resto de la transmisión.
  • El conjunto rojo del eje intermedio, está conectado con el conjunto verde, por lo que recibe la potencia del motor.
  • El eje amarillo es el que está ligado directamente con la ruedas del auto y será el encargado de moverlas.
  • Los engranes azules están sobre baleros, por lo que siempre están girando sobre ellos, hasta que se conectan con el collarín.
  • El collarín, en morado, está conectado con el eje amarillo y es el encargado de que este se mueva cuando se conecta con los engañes azules. Una vez que la palanca lo posiciona sobre un engrane, ambos se “conectan” por medio de unos dientes que forman parte del mismo engrane. Mientras un engrane azul se encuentra enganchado con el collarín, el otro queda loco.

Es por ello que cuando no engranamos bien el clutch, los engranes no dejan de moverse por completo y truena, ya que los dientes golpean uno con otro.

Si el collarín no está engranado con ningún engrane azul, la transmisión se encontrará en neutral.

Mantenimiento de la transmisión

Como todo elemento con engranes que interactúan entre ellos, una transmisión manual de auto o de camión tiene un alto coeficiente de fricción, por lo que requiere que un antifriccionante, como una grasa para transmisión o algún líquido de transmisión que actúe como agente de deslizamiento.

El correcto uso del clutch es un elemento importante: debemos de disminuir el “frenado con motor” si no es necesario, y utilizar los frenos.

Las transmisiones normalmente vienen selladas, con un pequeño espacio para revisar el nivel de líquido de transmisión en el caso de las automáticas y muy poco espacio en el caso de las manuales, por lo que es una buena idea llevar el carro a que un mecánico haga una revisión completa del sistema.

Esto lo puedes hacer cada año o cada 25 mil kilómetros, lo que suceda primero. Te servirá ya que tu mecánico podrá revisar todos los niveles, purgar el anticongelante, ajustar el clutch y realizar un cambio de aceite con mayor certeza.

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